La fachada barroca de la Iglesia conventual nos ofrece el último estilo arquitectónico que aparece en el Monasterio. Se trata de una fachada barroca, tipo retablo, con talla en granito de buena factura.
Presenta, la fachada, dos huecos importantes, resueltos con arcos adintelados; uno, la puerta de acceso a la Iglesia, a nivel de suelo y otro correspondiente a un balcón, a nivel del coro alto, ambas trabajadas con molduras tipo barroco madrileño.
Sobre el balcón aparece un conjunto de tres hornacinas, que, en su tiempo, alojaron tres imágenes ; en el centro la Virgen de la Asunción, a la que estaba dedicado el Monasterio, en el lateral izquierdo la estatua de San Benito, fundador de la Orden benedictina y en el derecho la de San Bernardo, gran impulsor del Cister, ambos patronos de la Orden.
Tres blasones decoran la fachada; el del centro corresponde a la monarquía, que aparece picado y borrados sus símbolos, el de la izquierda correspondiente al propio del Monasterio y el de la derecha a la Orden del Cister de la Observancia de Castilla.
Remata la fachada una espadaña de tres huecos con cumbrera curvilínea, que recuerda influencia de la arquitectura colonial española.